Zeudy Acosta Paredes / @zeudyacosta
Tenía cita en el médico hoy en el centro de salud pública de la ciudad. Como ya conozco el merequetengue, sé que conviene estar antes de las 8am en la entrada, de manera que cuando abran la puerta entres diligentemente, subas dos pisos por las escaleras (la salud siempre por delante), llegas reventada a la recepción -que está organizada por parroquia-, te identificas y proceden a buscarte en la data del computador para confirmar.
Hoy no había nadie en la antrada cuando llegué. Me pareció extraño, faltaban diez minutos para las 8, pero además la puerta estaba entre abierta, no cerrada como muchas mentes aquí. Así que me dispuse a entrar, subí los dos pisos a modo de aventura 4×4. Al llegar a la recepción, sólo estaba una de las funcionarias y una enfermera. ¿Buenos días? Ni por error me dijeron. Yo venía con la lengua afuera pero inhalando y exhalando como me han enseñado en el gym, para recuperarme rápido. Me costaba hablar, pero es que tampoco me dieron chance.
¿Cómo consiguió entrar? No son las 8. Aquí sólo atendemos a partir de las 8. ¿Cómo fue que la señora pudo subir? ¿La dejaron entrar? Ay sinceramente, yo no sabía si reírme o molestarme. ¿Qué manera de recibir a una persona tan temprano es esa? Me dispuse a hablar. Agarré bastante aire por la boca (siempre tengo la nariz tapada, un defecto de fábrica). Quería responder a cada interrogante como me habría gustado: entré por la puerta que estaba abierta, no usé una pata e’ cabra; subí levitando y sé perfectamente qué hora es; y si logré entrar y subir es porque nadie me lo impidió. Ah y por cierto, muy buenos días. ¡Caramba! Pero recordé que pensar y actuar como otra cultura, es muy jodido.
Empezar el día con rabia es una mala señal, además mujer, las gringolas, la mecánica y la mente cuadrada no la tienes tú, y eso no lo puedes cambiar.
Otro aspecto que me llamó la atención es que cuando llegué a la sala de espera, tampoco había nadie delante de mi. Entonces, lo primero que pensé fue ¡ Ay no! , están de paro y ni me enteré (es muy frecuente). El sistema de salud aquí funciona, pero tiene muchas fallas. Empezando por la calidad de los médicos. No hay comparación con los nuestros. Créanme que vas a consulta, pública o privada y a veces ni se levantan de la silla para examinarte. Te pueden hasta llegar a preguntar si estás de acuerdo con hacerte este o aquel examen. Si uno supiera qué tiene o qué hacer, no va al especialista, ¿no?
En fin, le digo a la funcionaria que la puerta estaba abierta y simplemente subí, y que consciente de que aun no es el horario de atención, puedo sentarme tranquila y esperar. Igual me había traído mi tejido para que el tiempo no me resultara eterno. En todo centro de salud, hay que esperar. Apenas flexiono las rodillas para sentarme, aperece el vigilante para llamarme la atención y decirme que baje y espere a que abran la puerta para entrar (Ah mundo, es que estaba abierta). Pero si ya estoy adentro señor, por el amor a Dios (pensé). La funcionaria me aclara que ella no llamó al vigilante, que yo pude ver que no fue ella, que si es por su cuenta, yo puedo quedarme allí. A todas éstas, sólo faltaban dos minutos, tiempo que probablemente me llevé en bajar rápida pero no furiosa, y quedar en la parte de afuera del edifico como se me indicó. No había terminado de salir cuando el mismo vigilante, abrió la puerta para poder ingresar. Y en efecto, mientras bajaba me había repetido incesantemente, Zeudy, es demasiado temprano para molestarse, recuerda tu problema de tensión que es justo lo que te trae a consulta. Empezar el día con rabia es una mala señal, además mujer, las gringolas, la mecánica y la mente cuadrada no la tienes tú, y eso no lo puedes cambiar.
Recordé irremediablemente que sí, que hay una mecánica en el actuar de mucha gente, que les impide funcionar de otra manera, pensar que la lógica también existe y se aplica a muchos casos. Mentes europeas vs latinoamericanas, puede ser, un tema de costumbres, hábitos y dinámicas. Quizá la nuestra es de empuje, sálvese quien pueda, si no hay yo lo busco, si no existe me lo invento. No señores, en ocasiones pensar y encontrar alternativas es proporcional a cambiar rutinas, a cambiar en el estricto sentido de la palabra, y muchos no están dispuestos a ello. Créanme que hay un universo de rutina, de robotizacion en la vida de muchos, y aunque uno tiende a adaptarse a ciertas circunstancias, al menos yo me niego a la automitazación, porque de eso y sus consecuencias, ya tenemos suficiente.
Es cierto. Cuando la gente tiene un modo de pensar ni que venga un angel y le diga como actuar cambiara, es fuerte pero es asi.
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