Belén González / @mbelengg
No hay venezolano que no sepa lo que es un chigüire, aunque sea vegetariano, porque este animal considerado el roedor más grande del mundo y calificado como una verdadera delicia gastronómica nacional, es fácil de encontrar en los Llanos, el Orinoco, el Delta, en Guayana, Barlovento, Miranda, y hasta en los alrededores del Lago de Valencia.
Pero ojo, este no es un animal exclusivamente criollo, porque su especie, aunque con distintos nombres, está regada por toda Latinoamérica. Técnicamente se conoce como Hydrochoerus hydrochaeris, y forma parte de la dieta venezolana desde la época colonial, llegando a convertirse gracias a una bula papal que permitió el consumo de su carne durante la Semana Santa, en un plato típico durante esta festividad religiosa.
Los expertos describen al chigüire como un animal dócil, apacible, sedentario, más bien lento, y hasta un poco flojo porque no hay nada que disfrute más que pasar horas recostado bajo una buena sombra. De poco dormir, vive en comunidad y nunca abandona a su grupo. Estos roedores son seres territoriales que, de hecho, ven con enorme desconfianza a los intrusos que quieren inmiscuir sus narices en lo que consideran su privacidad.
…Aunque no son precisamente lindos, tienen su encanto…
Aunque tienen una cara siempre seria no son cascarrabias, por el contrario, hacen amigos con facilidad, claro si hay química. Aunque no son precisamente lindos, tienen su encanto, y resulta por demás interesante que se comunican con sus pares usando señales químicas, lo que a mí, en lo personal, me parece fascinante.
Yo tengo un Chigüire, podría decir que casi desde que nací, y si bien no ha estado todo el tiempo conmigo por las circunstancias propias de la vida, nos une un lazo fuerte, único, familiar, de puro amor, y estoy segura de que es indestructible, así el ande por su lado y yo por el mío.
Mi Chigüire es tan autóctono como la arepa o la chicha de la Plaza del Rectorado en la UCV. Es serio, bueno, hasta que sonríe y pela los dientes con una ternura única y un candor que te desarma, pero cuando se ríe es aún mejor, porque de él emana vida, chispa, sinceridad. Es un ejemplar genuino.
No me parece tan dócil, pero bueno, toda regla tiene su excepción, aunque si es apacible, se toma su tiempo para todo, no es para nada flojo pero si lo pones bajo la sombra y le das una cerveza no solo lo veras feliz, sino que puedes mantenerlo así por horas…mientras tengas más cerveza y buena conversación.
Noctámbulo, territorial como pocos, y con un espacio personal que podría describir como impenetrable, aunque al mismo tiempo tiene la habilidad necesaria para llevarse bien con casi todo el mundo y hacer amigos, buenos amigos, que por lo general le duran muchísimos años.
A veces pienso que no sabe lo guapo que es, pero es que ese colorcito tostao le va de maravilla, y es tan, pero tan inteligente que resulta absolutamente seductor. Se comunica poco, pero cuando habla te deja pensando y muchos descubren el mundo profundamente enriquecedor que vive dentro de él.
Los chigüires son vegetarianos, y aunque al mío le encantan los vegetales, la verdad es que come de todo. Sus pares suelen vivir en las cercanías de ríos y lagunas, pero el mío, que como ya se han dado cuenta es bastante peculiar, es un chigüire playero, quería establecerse en Cata tras su retiro, pero ni se retiró ni fue a parar a la costa, cosas de la vida.
…Tengo la bendición de tener una familia maravillosa y amigos que valen más de lo que pesan en oro, pero ninguno como mi Chigui…
Tengo la bendición de tener una familia maravillosa y amigos que valen más de lo que pesan en oro, pero ninguno como mi Chigui, solidario, amoroso, sentimental, buen consejero, sencillo, humilde, capaz de disfrutar con el mismo entusiasmo de una empanada que de una cena de gala. Profesional, apasionado por los medios, por aprender, por descubrir. Un vino de altísima calidad que solo mejora con los años.
Por si no lo saben los chigüires están en peligro de extinción, por culpa de esa costumbre de comérselos en Semana Santa, especialmente en un “pisillo” que no he probado, aunque dicen que es muy sabroso. En fin, no quiero que piensen que estoy sugiriendo adoptar un chigüire como mascota, nada que ver, pero preferiblemente no se los coma. Lo que sí quisiera dejar claro es todos deberían tener un Chigüire como el mío, o al menos, que se le parezca un poco. Tendrían una joya de valor incalculable.
Pa ti, 3 de Enero de 2019