Zeudy Acosta Paredes / @zeudyacosta
¿Qué edad tiene Luis Carlos? No lo sé. Para mi tiene la edad de la valentía, de la justicia. No tengo idea de muchas cosas acerca de él, aunque lo conozco de vista y lo he entrevistado en un par de ocasiones sobre temas comunicacionales. Tampoco sé mayor cosa acerca de los estudiantes y jóvenes que han muerto en manos de la tiranía, pero me une a todos un aspecto, pienso en sus madres. Uno sabe cuánto duele un hijo.
…lo que encierran las palabras SEBIN y Helicoide, no es nimiedad.
No ha sido necesario quizá saber demasiado. Sigo sus redes, veo su programa junto a Naky cuando el tiempo me lo permite y los horarios no juegan en contra. Sin embargo, cuando supe de su «presunta detención» (diría Bachelet), por demás arbitraria, por demás sádica, sentí un inmenso dolor, como en 2014, y 2017, como casi a diario a raíz de los aberrantes hechos que se ciernen sobre Venezuela. Pero en su caso, sabiendo la indolencia, la despiadada raíz que sostiene a los esbirros del régimen y su capacidad y empeño de asesinar, temía por él, porque lo que encierran las palabras SEBIN y Helicoide, no es nimiedad. Que lo lanzaran por la ventana de un décimo piso y dijeran descaradamente que se había suicidado, por ejemplo, era una posibilidad y no nos iba a extrañar, aunque sí a quebrar.
No obstante, un halo de confort me invade cuando pienso, cuán débil es el usurpador y sus satrapas, que ven en un periodista, en un defensor de los DDHH, en un formador de conciencia, una amenaza para sus mentiras, para sus macabros planes y sus viles estrategias que persiguen mantenerlos en Miraflores, aun sabiendo que ya nadie les cree, nadie los quiere.
Entre tantos tuits pesquisando información sobre él, me encontré uno de Mari Pili Hernández, quien señalaba que «pese a no conocerte y, de haber sido victima de agresión de tu parte, exigía tu liberación». Ella, que ha callado tantas injusticias contra el periodismo, medios y reporteros, contra la censura, en fin, ella ha osado ensuciar tu nombre. Por eso le respondí «Increíble es creer que Luis Carlos sea capaz de agredir a alguien». Ay muchacho, tu voz y tu discurso jamás han ido por esa línea, por tanto, acusarte de instigar, de incluso asomar la posibilidad de estar involucrado en un ataque cibernético, no puede ser otra cosa que producto de un guión muy mal armado, que sólo ellos pueden sostener, y creer. Tu inteligencia apunta siempre a otros objetivos, al progreso y la luz.
...Luis Carlos es un pacifista hasta en su aspecto físico, en su andar y en sus ojos…
Luis Carlos es un pacifista hasta en su aspecto físico, en su andar y en su ojos. Yo no te conozco más allá del micrófono y del papel, de los talleres y de las letras, pero eso es más que suficiente para saber de la gente de bien, de alguien que sólo ama a su país y quiere la paz para éste. Ese es su mayor delito, formar conciencia en la ciudadanía, demostrarle a la gente que empoderar su voz y su palabra es romper las cadenas, enseñar que la peor prisión es la de permanecer sumisos y pasivos. Entonces, Luis Carlos es culpable, es un instigador – si aplica el uso de la palabra para el bien-, de la moral, de la dignidad y la libertad.
Aciago ha sido este tiempo a oscuras, pero saberte liberado, también trae un poco de luz, porque así te veo, así te vemos muchos, todos los que propagamos en redes sociales tu nombre exigiendo regresaras a casa, todos los que preocupados y solidarios, aun sin ser periodistas, han sido empáticos con el dolor de tu tenaz compañera, todos los que dentro o fuera del país, apostamos a que falta poco para que la claridad retome las calles, las casas, los rostros de cada venezolano, indistintamente donde el buscador de Google lo ubique.
«Si no puedes volar, corre; si no puedes correr, camina; si no puedes caminar, gatea. Sin importar lo que hagas, sigue hacia adelante». Martín Luther King.
Qué bien lo voy a difundir la verdad no lo conozco pero apenas muchas de mis amigas que han trabajado con él y su esposa me dijeron sabía que era un hombre de bien .
Gracias por escribir
Y por apoyarnos desde afuera
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Hola, afortunadamente, Luis Carlos está en casa. Con ciertas restricciones y medidas inmerecidas, pero en casa. Un abrazo
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